Primero
tenemos que definir que es el Mundo para UCM. Desde el Curso vivimos en un
Mundo Irreal. Una copia holográfica.
Dice el
Curso:
“Nada real puede ser amenazado”
“Nada irreal existe”
“En esto radica la paz de Dios”
Cuando Adán
y Eva abren sus ojos, allí se dan cuenta del otro´. Es en ese lugar donde aparece
la primer culpa “El sentirse separado de Dios” (antes éramos Todo es Uno)
El mundo de
los cuerpos es el mundo del pecado, porque se siente separado de Dios. Cuando Jesús se convierte en el Cristo, es
porque da cuenta de esto.
"Esta separación es irreal"
No somos un
cuerpo con un Espíritu, somos un Espíritu transitando un cuerpo.
Somos Dios, la
extensión del Padre. Cuando tomemos conciencia real de esto, no vamos a necesitar
ningún poder externos que nos resuelva este dilema.
Entonces, Jesús
invoca al Espíritu Santo para que descienda sobre la tierra y sea el vehículo
de comunicación entre Dios y sus Hijos Separados.
El Perdón,
es necesario mientras nos consideremos separados de Dios y resulta es el medio
que nos lleva a través de su propósito que es el Espíritu Santo.
Dios necesita
que Perdonemos? NO!!! Porque para
El somos TODO ES UNO, somos su extensión
(es como si yo le pido perdón a mi pie
por haberse torcido)
Para Dios está
todo perdonado. El HOMBRE (y hablo en genérico)
se cree separado, utiliza el Perdón por la culpa que le genera la
separación.
Entonces la
culpabilidad no existe, como tampoco el perdón.
Pero al creernos
separados, necesitamos el perdón para que la enfermedad (la culpa) y la
sanación (el perdón) aparezcan en el mismo plano. Siendo allí el lugar donde creyéndonos
un cuerpo que dentro tiene un Espíritu se pueda sanar
Necesitamos
los Seres humanos la herramienta del perdón?
SI!!! En tanto nos sentimos separados de Dios,
tenemos que utilizar todos los recursos disponibles.
El secreto
para salirse de la culpabilidad es tener la certeza de que TODO ES UNO!!!
Desde el
Curso, decimos
Espíritu
Santo Debo haber
decidido equivocadamente porque no estoy en paz. Yo mismo tome una
decisión, por lo tanto puedo tomar otra. Quiero tomar otra decisión
porque deseo estar en paz. No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si
se lo permito, anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada. Elijo
permitírselo, al dejar que El decida a favor de Dios por mí.”
ES TAN SENCILLO…. Y TAN DIFICIL DE
COMPRENDER!!!
Por Adriana E. Chappetti
Practicante de UCM